viernes, 28 de marzo de 2008

Las cosas importantes

Acabo de volver de viaje. Un viaje que no me apetecía especialmente pero del que he intentado disfrutar. Y compartir. Y sí, tenía cosas pendientes por el Sur (quizás no tantas de las que tengo por el Norte, pero es que parece que se me acumulan los frentes). Sin embargo, vuelvo con una sensación extraña.... porque quizás varias cosas se han removido en mí, entre las conversaciones con mi primo, ver a sus niños, volver a la "nave nodriza" (esa casa grande donde murió mi güegüe), dormir cerca de ella, comprobar cómo el paso del tiempo hace mella en la gente que quieres, y además la desconexión total con los amigos (en parte por un problema logístico y en parte porque también estaba un poco así para llorarles por teléfono las sensaciones que iba teniendo) y por último una conversación un tanto extraña con Estrellita, con esa vida social intensa que lleva y que a veces me apabulla :) y me hace pensar en las cosas importantes de la vida. "Tot plegat" creo que me lleva al punto donde estoy ahora, sentada frente a un ordenador, intentando ordenar papeles (encima de la mesa) e ideas ("endentro" del cerebro, de esas que van y vienen y no te dejan dormir).
Recuerdo haber leído hace tiempo en el blog de neburx una "lista de sueños", algo así como las listas vitales. Fue bonito porque además muchos de aquellos ítems coincidían con los que yo en aquel momento tenía (y aún hoy sigo teniendo). Además, neburx resultó un tipo divertido que ahora está viviendo en Bilbao (y es que la vida nos lleva a veces a sitios de lo más variopinto :) )
Tengo claro qué (mejor dicho, quién) es lo más importante de mi vida... pero no es justo focalizar en ella todas mis "necesidades" porque ella no tiene la responsabilidad de hacerme feliz. Así que aquí sigo, buscando cuáles son las cosas y las personas capaces de hacerme sentir bien y dar un poquito de luz a la cueva donde a veces me gusta instalarme. No, sé que no suena bien. Pero es que hay días en que uno no se siente bien y también hay que llevarlos.
Sí, tengo que llamarte Marijó. Y te he echado de menos y he pensado en ti (aunque aluego no te lo creas). También tengo algunas otras llamadas pendientes, pero a ver si vuelvo a colocarme (en el fondo sólo necesito un meneíto en los hombros y reaccionar, que me dé el sol en la cara, buscar una de esas canciones que te ponen alegres y salir a pasear si puede ser cerca del ancho mar....)
Por cierto, hoy he entrado después de mucho tiempo al blog de Albert (no, otro Albert... no el que de vez en cuando se instala en mis pesadillas) y como siempre, he flipado con sus fotos.

domingo, 23 de marzo de 2008

Buen viaje!!

Maruja Torres y los columpios

"Tengo un nuevo amigo de año y medio, G., a quien conocí antes de Navidad y de quien quedé prendada como solemos hacerlo las mujeres a quienes no nos gustan sistemáticamente los niños sólo por el hecho de serlo. G. es una persona inteligente, un seductor lleno de curiosidad y de capacidades. Sus primeros pasos los dio para mí,
ante el asombro no exento de celos de sus padres, quienes, sin embargo, tuvieron la gentileza-de alguna parte le viene al chaval su caracter- de tomarse la cosa con generosidad. Desde entonces, aunque a veces permanecemos separados durante semanas - porque G. viaja y yo también.- el muchachito, que vive en Beirut no muy lejos de mi casa, se alegra siempre que nos reencontramos y me demuestra sus nuevas habilidades. Conmigo aprendió a decir que no con la cabeza, vigorosamente, y ahora también me he encontrado con que también sabe decir que sí. Espero que dentro de muy poco aprenda a distribuir ambas capacidades. También sabe, desde hace días, encoger el hombro derecho en actitud de indiferencia, mientras nos contempla fijamente. Es un genio de la expresión corporal.
Lo ejemplar de esta historia, en lo que respecta a mi provecho, es que estoy asistiendo al proceso de educación, por parte de dos personas jóvenes pero maduras, de una criatura a la que no se debe defraudar ofreciéndoselo todo para que acabe no siendo feliz ocn nada.
El planeta en que vivimos, el de los ricos -rico es cualquiera que disfruta con lo superfluo- se ha habituado a empachar a sus hijos con dones materiales que jamás les acompañaran cuando la soledad ante el simple misterio de la vida les agobie. En sus perplejidades de iniciado al trama de existir, ningún niño de este mundo encuentra consuelo al contemplar el coche en miniatura, imitación perfecta del último modelo en el mercado, que puede pilotar por el parque para envidia de sus amigos. Los críos, que temen la oscuridad,los que sufren la pesadilla del sospechado abandono porque no entienden las discusiones de sus padres, o que detestan la rigidez de la maestra, o que se mean en la cama porque temen no ser lo bastante amados o se sienten acosados por un hermano mayor o un pariente... Una estantería rebosante de juguetes, con los últimos modelos, los más grandes, para la nocturna pena, sólo es un nido de fantasmas. Por eso los críos, G. incluido, se agarran a sus ositos por las noches. Él tiene la suerte de ser un niño feliz, con unos padres atentos a que no ignore las verdades de la vida, y las resista.
(...)
Me contaban sus padres, sus montañas, el horror que les produce meter a us muchacho en la carrera de ese afán de posesiones que nunca tiene límites. Hay una cosa que decían los antiguos, les dije, y que no falla nunca: enseñar el valor del esfuerzo y de lo que uno mismo consigue por su propio mérito. Y junto a eso, amor. Sustituir el "quien bien te quiere te hará sufrir" y el "quien te hace sufrir es que no te quiere y te traumatiza! que le ha sucedido, por un "quien bien te quiere no te hace sufrir, pero te exige, te aprecia y te premia o castiga por tu propio bien y el de todos"
G. será un niño que también jugará con chapas y a la rayuela. Ya ha descubierto la felicidad de los columpios"

Maruja Torres

domingo, 9 de marzo de 2008

8 de marzo

A mí esto de los días conmemorativos para ser sinceros me la refanfinfla. Ya sea el día de la mujer trabajadora, el del padre, el de la Tierra, el del sida o el de los enamorados que compran en el Corte Inglé. Lo cierto es que para las cosas importantes todos los días deberían ser buenos y para las que no son importantes no es necesario ni dedicarle un día. Además, estoy en un momento en mi vida en que todos los días parecen repetirse, lo cual, si por una parte podría parecer un infierno (sin ir más lejos, el de Calvino), por otro da un cierto alivio esa estabilidad aparente de "aquí no pasa nada, todo controlao"... porque cuando se avecinan cambios, movidas y otros carromatos con un niño por medio, nos solemos poner más nerviosos de lo habitual.

Sin embargo, el ocho de marzo tiene ese punto reivindicativo y guerrero (al que alguno de esos lumbreras que se dedican al marketing de esos grandes almacenes debería sacarle partido), que me gusta. Aunque no sé muy bien porqué es un ocho de marzo y no un 25 de agosto: en principio es la fecha que se decidió en las Naciones Unidas, con motivo de un aniversario de un incendio en una fábrica textil en NY, donde murieron casi 150 trabajadoras....o eso explica una "leyenda". Lo que sorprende es que esa situación precaria que a principios de siglo pasado se vivía en NY, hoy se repite en otras partes del mundo (las maquilas en la frontera mexicana, por ejemplo). Y las mujeres seguimos siendo dependientes en muchas cosas. En lo emocional, sin ir más lejos. O será que llevo unos días tocada... Y a pesar que hay gente alrededor que me recuerda lo valiente y fuerte que siempre he sido para enfrentarme con el día a día, a veces tengo ganas de dejarme llevar por arrumacos y abrazos y dejar atrás la puta capacidad de aguante.

Empiezo a entender esa frase que leí hace un tiempo. Algo así como que "los hijos son las anclas que sostienen a las madres a la vida", porque sí, porque una mira a Calabacita y el mundo parece menos malo. Verla sonreir todas las mañanas me hace dejar de pensar en otras cosas. A pesar de esa rutina y esos días repetidos. Aún así, aún me permite ir a ver alguna expo (muy recomendable la de Chema Madoz, qué grande es este hombre), comer con mi niño favorito y que me explique de sus aventuras en el mundo de la farándula :), compartir ratitos con esas mujeres maravillosas que puedo llamar amigas y nos soportamos las lloreras las unas a las otras, escaparme unos días a Girona o reencontrarme con un amigo que hace tiempo quiero ver y que anda estos días por aquí por temas de curro....(y no, el martes no te escapas :P)

miércoles, 5 de marzo de 2008


"El infierno de los vivos no es algo por venir; hay uno, el que ya existe aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él, hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es arriesgada y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio"

Las ciudades invisibles Italo Calvino