sábado, 8 de noviembre de 2008

Y para acabar....

....cierro el blog.

Me voy a escribir a otra parte... a ver si por fin lo consigo.

Ha sido un placer compartir este espacio y este tiempo. Y haber conocido gente, alguna incluso personalmente, gracias a estos trocitos de vida esparcidos por los diferentes posts.

Seguro que volveremos a encontrarnos. :)

Hoy he tenido la suerte...

... de conocer personalmente a Anton Aubanell. Me enteré por casualidad que había unas jornadas de matemáticas en la UPC, y me inscribí. No ha habido clase magistral, ni pompas de jabón... Pero me he encontrado con un hombre dulce, apasionado por su trabajo y me he visto rodeada de gente que en algún momento de su vida pensaron que podían cambiar el mundo, o al menos un trocito de él. Ese tipo de gente entre la que yo me sentía antes.
Aparte de Aubanell, ha habido alguna ponencia interesante, como un trabajo por proyectos de un profesor que lleva diez años trabajando así en su aula y al final se ha decidido a hacer una tesis o la presentación de materiales por parte de David Barba.
En algún momento, me he sentido transportada a un pasado no demasiado lejano, donde discutía con Albert cómo plantear ciertas cosas en un aula. Además, también andaban por allí profes de la escuela de magisterio donde él estudió.... gente a la que yo conocí porque fueron sus profesores y no los míos, como Jordi Deulofeu o el propio D. Barba.

A día de hoy...

... aún me afectan las lágrimas ajenas, que me regalen flores (después de haber creído alguna vez que nunca nadie iba a volver a regalármelas), que alguien me diga que me echa de menos (y más si es un amigo a 600 km), que me recuerden que soy una mujer fuerte, y valiente, y capaz de cosas que otros ni siquiera imaginaron, que me miren a los ojos y me digan lo bonita que soy (que no es lo mismo que estarlo), los abrazos sinceros...

A día de hoy... sigo sin soportar las mentiras, las ausencias injustificadas, tener que repetir las cosas, el trabajo mal hecho, los "tequiero" por compromiso, que no se cumplan los sueños...

lunes, 3 de noviembre de 2008

Después...

.. de la tormenta, viene la calma. O eso dicen. Ayer fue un domingo de semiéxtasis. De paellita en la playa, una playa revuelta, con olas alucinantes, paseíto de calma por las calles de Sitges. Y volverme a dar cuenta de "qué bonito sería vivir más cerca del mar"... Así que es una de esas ideas que me pasan por la cabeza... y más si Carlitos me dice que nos vengamos a vivir aquí :). Hace un tiempo (hace mucho, muchos años) soñé con una casa. Una casa con unas contras un tanto especiales, similares a las de las casas menorquinas. Y una pared azul. Y una terraza con un enorme ciprés que se balanceaba en los días de viento... Y curiosamente, al cabo de pocos días, paseando por Sitges vi una casa exactamente igual a la que había soñado... No era el momento, ni la persona, ni seguramente el ciprés que habría de balancearse en mi terraza.... así que, a pesar de el sueño medio mistico, nada de aquello llegó a materializarse. Y no tengo claro si algún día se materializará de alguna manera.

Y hablando con Lola, esa medio hermana que la vida me ha regalado. Leyéndola, porque estos días ando tan boca abajo que ni siquiera tengo ganas de hablar por teléfono con nadie, me recuerda algo bonito: que la vida no se equivoca. Y sí, creo que es cierto. Eso es cierto. Que aparque los planes que tengo en la cabeza y que sólo hacen que frustrarme, justamente porque no los puedo hacer, que me tome un respiro sabático, que disfrute de Maria, de verla crecer (y sonreír, y decirme mamá....) y que todo llega a su tiempo. Así que aquí ando... con la paciencia por sombrero. Esperando que las nubes se disipen, o no, que simplemente caiga el chaparrón... y que llegue el tiempo de otra cosa, mariposa.