lunes, 1 de septiembre de 2008

Las noticias, las mariposas y Hatshepsut

Hacía mucho tiempo que no veía ni el telediario, pero una vez que acaba me pregunto si era necesario, porque una luego no sabe qué hacer con el nudo que se te queda en la garganta después de escuchar determinadas noticias. En Afganistán, secuestran a niños para matarlos y comerciar con sus órganos. Venden a Occidente corazones, riñones, córneas... y todo lo que se pueda comprar. Soy consciente que la vida humana, en abstracto, no vale nada. Pero lo cierto es que parece que unas valgan menos que otras. Buscando por la red encuentro un blog que justamente ya hablaba sobre lo que estaba pasando en Afganistán por el año 2001: Trafico de órganos.
Llevo unos días soñando con mariposas y viajes, y me he fijado que últimamente, cuando paseamos, siempre se nos acerca alguna. Mi abuela decía que era un signo de buena suerte, y aunque a veces busco señales en todo lo que pasa alrededor, no sé cómo interpretar esto de las mariposas...
Y en el dominical de El País de esta semana había un artículo de Maruja Torres sobre Hatshepsut. En realidad era sobre Irene, una turista española que, gracias a que se quedó en El Cairo buscando información sobre la faraona en vez de irse con un grupo organizado, salvó su vida. No sé qué tiene de realidad y qué de ficción el relato (me gusta pensar que es cierto, porque además sé que Maruja Torres suele documentarse bien....). A mí la lectura me transportó a Deir el Bahari y al templo de Hatshepsut. Dicen que luchó toda su vida para que los faraones pudieran ser mujeres (que no es exactamente lo mismo que haber pretendido que las mujeres fueran faraonas, que pa eso ya tuvimos a la Lola Flores :p). Siempre me ha alucinado la vida de mujeres luchadoras, tanto las que quedaron escritas para la historia como todas esas vidas anónimas que por uno u otro motivo conozco y reconozco.