domingo, 20 de abril de 2008

Perspectivas de Cabo Ortegal

Hoy leía un artículo en El País:

"Al norte del norte de la Península, donde Galicia adquiere proporciones ciclópeas, se ha puesto en marcha un nuevo centro pedagógico: el Aula del Mar. Como sugiere su nombre, no se encuentra en tierra firme y el monitor imparte los conocimientos aferrado al timón de una tarraza (un pesquero de bajura) de 18 metros, reconvertida en nave turístico-educativa. Todo se debe al empeño del Ayuntamiento de Cariño por dar a conocer desde el mar los valores medioambientales, geológicos y panorámicos del Cabo Ortegal, como de la parte de la fachada marina de la Sierra da Capelada.
Con un pasmo asustado se vive lo escénico en Ortegal, quizá el cabo con vistas más excepcionales de la costa española. Entre colonias de cría de cormoranes y gaviotas se experimenta una sensación indescriptible al pasar por los canales que forma el trío de Aguillons, islotes simbólicos de la comarca de la heráldica de los concellos de alrededores. Con suerte, el monitor señalará a los percebeiros esquivando las olas como montañas. La ruta Entre dos mares conduce al Cabo Ortegal, uno de los cuatro afloramientos geológicos más antiguos del mundo por sus anfibolitas con 1.600 millones de años.
La ruta vespertina de tres horas de duración, pasa por Ortegal y llega a los acantilados de Limo para ver una cascada de 300 metros de altura y castigar después la nuca frente a los acantilados de Herbeira, considerados los más altos de la Unión Europea. Nada como el nivel del mar para abrumarse con sus 613 metros de altura, muchas veces prolongación infinita de paredes y nubes...."


Tengo claro que soy una afortunada por haber podido visitar muchas, muchísimas veces O Cabo Ortegal..., y por tener un trocito de tierra muy cerca de Herbeira, donde los caballos desde hace muchos años pasean asalvajados a sus anchas, en medio de molinos que han cambiado el horizonte de la Serra da Capelada, de camino a San Andrés de Teixido... visita obligada de peregrino y de todo el que quiera probar los percebes recién traidos de los mejores acantilados do mundo enteiro.... Soy una privilegiada, porque algún día voy a poder compartir todo eso con mi princesa. Y quizá ella algún día también pinte faros rojos y blancos en acantilados imposibles...y seguramente, lo haga mucho mejor que yo.