viernes, 5 de octubre de 2007

La dopamina, la oxitocina y otras sustancias amorosas

Ando releyendo artículos sueltos del National Geographic... La mayoría no pierden vigencia, aunque la revista sea de hace diez años (¿por qué nos empeñamos en guardar cosas y cosas durante años?). El caso es que me llamó la atención una de esas revistas por la portada: un masai impresionante en medio del Serengeti. Pero en realidad he acabado leyendo un artículo sobre la química del amor. Y es que .... ¿cuántas veces nos hemos preguntado el porqué del fracaso de una relación?. Pues resulta que todo es pura química (sí, ya sé que siempre hay el que ya lo sabe). El caso es que ni rutina, ni aburrimiento, ni infidelidades... la clave esté en mantener ciertas sustancias en los límites adecuados. ¿No hay pastillas para esto?. ¿No podían habérmelo explicado hace tres años?... :D

Parece que la pasión se debe a un aumento de dopamina (otra cosa es cómo hacer que la dopamina se dispare), mientras que las relaciones duraderas, o eso que algunos llaman amor, se trabaja gracias a la secreción de oxitocina. La oxitocina es la hormona que segregan las mamás mientras dan de mamar a sus hijos. Crea un vínculo de por vida.

Así que toda la magia del enamoramiento, queda reducida a unos "transtornos" hormonales. Aunque depende cómo se vea, parece cosa de meigas. Algo así como preparar un conjuro y unas pócimas que aumenten esas hormonas (¡qué sabias esas viejas brujas!!!)

Otra historia está en la disminución de la serotonina, que parece que es similar en los enamorados y en algunos transtornos mentales. Debe ser algo así como que estar enamorado es lo mismo que pasar por un estado de enajenación mental transitoria. O similar a la locura.