martes, 6 de mayo de 2008

Recuperar

... mi espacio. Hacía tiempo que no me sentía así. Que tenía la sensación que esta casa en realidad no era mi casa, sino sólo un sitio de paso. Después de nueve meses he vuelto a discutir con mi madre para que se fuera. Sé que suena mal eso de "echar a tu madre"... pero es que a veces confundimos ayudar a alguien con invadirle la vida. Y últimamente me he sentido así con ella. Sé que sólo quiere ayudarme, pero acaba haciéndome sentir una inútil y nos discutimos por cualquier cosa .... La quiero. Pero está claro ese dicho de "cada uno en su casa"... Finalmente nos hemos aclarado... a ver cuánto dura... Así que aprovechando que Calabacita duerme, me preparo una infusión, me siento en el escalón que da al minipatio, un cigarrito adobado (hacía mil años que no me fumaba uno!!!), y un poquito de respirar, así, observando el cielo por ese hueco excavado que tengo en el techo...
Pau me recuerda que la literatura es un refugio... Sí, es cierto. Siempre lo ha sido para mí. El lugar donde abandonarte cuando todo lo demás falla. Esta noche ha sido de lo más fructífera... La verdad es que es uno de esos amigos que saben decirte lo que necesitas, en el momento adecuado. No sé qué he hecho bien en esta vida para encontrarme personas como él....ese puñado de amigos que te recogen y te acompañan en los momentos duros... Tiene toda una teoría sobre el daño que ha hecho el ideal... así, en abstracto. Y así idealizamos la vida: queremos un trabajo ideal, una pareja ideal, unos amigos ideales... y los aderezamos con todas nuestras necesidades, y todo lo que esperamos de ellos. Pero en el momento en que dejamos de esperar, de idealizar al que está al otro lado, entonces vemos realmente qué es lo que hay. Tómalo o déjalo... pero no des más porculo con "lo que espero que hagas por mí y no has hecho"....Me parece una genialidad. Eso y hablar de la conciencia de la más absoluta temporalidad... porque ¿qué coño hay que dure para siempre???... nada. Absolutamente nada. Así que porqué empeñarse en construir la relación más duradera... si en realidad eso no asegura que sea la más firme. Nos hemos zampado casi la botella entera de un Raimat de muerte. Supongo que el alcohol también influye en esas conversaciones profundas que echaba tremendamente de menos...